¿QUÉ SE ENCONTRÓ EN EL AGUJERO MÁS PROFUNDO DEL MUNDO?

¿Qué tienen que ver la Guerra Fría con Julio Verne? Está claro que las novelas del escritor francés han inspirado más de un avance científico. Cuando no soñaba con completar la vuelta al mundo en 80 días, buscaba la forma de navegar bajo el mar para conocer sus secretos o anticipaba un viaje tripulado a la Luna. Y la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética alumbró también proyectos que parecían sacados de la mente de Verne, pero esta vez fueron reales.

Fue así como se forjó uno de los hitos de la ciencia del siglo XX: el Pozo Superprofundo de Kola (Rusia). Se trata de la perforación de la Tierra más profunda que ha hecho el hombre jamás en la historia. Aunque su diámetro no era mayor que el de un plato, se adentró en las entrañas del planeta hasta una profundidad de 12,2 kilómetros, un récord para la humanidad que ni siquiera las prospecciones petrolíferas posteriores han podido igualar.

El profundo agujero se encuentra en la península de Kola -de ahí su nombre-, situada en las heladas profundidades del noroeste de Rusia, cerca de la frontera con Noruega.

Tanto Rusia como Estados Unidos se obstinaron en llegar al centro de la Tierra, tal y como hiciera Otto Lindenbrock en la novela de Verne. Estados Unidos comenzó a principios de la década de los 60, con el proyecto Mohole, que también era un intento de perforar la corteza terrestre para obtener muestras del límite entre la corteza y el manto.

Para llevar a cabo esta gesta, tenían previsto perforar el lecho marino desde un barco cerca de una isla volcánica en el Pacífico mexicano. Sin embargo, el proyecto norteamericano fue un fracaso. No obtuvo ni la financiación ni el apoyo de la comunidad científica, lo que llevó al Gobierno estadounidense a desistir en su empeño de llevarlo a cabo.

Los rusos, en cambio, no se rindieron tan fácilmente. Comenzaron su proyecto años más tarde, el 24 de mayo de 1970, con unos trabajos que se demoraron hasta 1992, coincidiendo con el colapso de la Unión Soviética. ¿Pero por qué no siguió adelante? En el caso ruso no tuvo que ver ni con la agitación política ni con la escasez, el pozo de Kola se tuvo que abandonar porque las temperaturas que se alcanzaban en el fondo de la perforación llegaban a casi 200°C, el doble de lo que habían imaginado los científicos.

Gracias a esta expedición se pudieron desentrañar muchos de los misterios que aún se cernían sobre la geología de la Tierra. Por una parte, descubrió que, a partir de los 4 kilómetros de profundidad la temperatura sube drásticamente, alcanzando los 200ºC a 12 kilómetros.

También reveló registros fósiles de hasta 14 especies distintas con los que pudieron viajar 1.400 millones de años en el pasado del planeta.

También se hallaron depósitos de oro, cobre y níquel, y vieron que las rocas profundas estaban colmadas de agua. Esto último era la razón por la que las ondas sísmicas se propagaran siempre a la misma velocidad, pese al supuesto cambio de roca que debía ocurrir a entre 5 y 10 kilómetros.

Otro descubrimiento inesperado fue la gran cantidad de hidrógeno, mezclado con el fango que fluía hirviendo del agujero.

https://www.informacion.es/medio-ambiente/2023/04/12/encontro-agujero-profundo-perforado-tierra-85559748.html

Óscar Gómez Bravo (4ºB ESO)