Raúl Torres, ‘padre’ del cohete español Miura 1: «Hemos estado a punto de tirar la toalla muchas veces»

Tras el análisis del vuelo que convirtió a España en uno de los 10 países con capacidad para fabricar y lanzar cohetes, cuenta los detalles del test y los progresos del Miura 5, con el que quieren lanzar satélites dentro de dos años

Dos semanas después del exitoso vuelo de prueba del Miura 1, el primer cohete privado totalmente diseñado y desarrollado en España, los responsables de PLD Space compartieron en Madrid los detalles técnicos de esos 306 segundos que han convertido a España en uno de los 10 países del mundo que pueden fabricar y lanzar cohetes.

«Somos la primera empresa privada con capacidad de lanzamiento en Europa», presume Raúl Torres, el ingeniero que junto a Raúl Verdú fundó en Elche hace una década PLD Space. Tal y como asegura el director de lanzamiento de la compañía, «el cohete se comportó como estaba previsto» y los tests han servido «para transferir más de mil puntos de mejora para el Miura 5», el cohete orbital de dos etapas con el que pretenden comenzar a lanzar satélites comerciales y científicos dentro de dos años desde la Guayana Francesa.

El vuelo desde El Arenosillo (Huelva) durante la madrugada del 7 de octubre con el Miura 1 fue suborbital y alcanzó casi los 50 kilómetros de altitud frente a los 80 km que plantearon en la primera trayectoria que diseñaron: «Finalmente optamos por una segunda trayectoria, cambiamos los 80 km por 50, y pasamos de 122 segundos en los que el motor estaría encendido a 103 segundos para maximizar las posibilidades de que no hubiera problemas de seguridad en el caso de fallo del lanzador, pues si explotase podría generar fragmentos que podían salir de la zona de segura», relata.

Aunque asegura que saben exactamente dónde cayó el Miura 1, el cohete no ha podido ser recuperado: «Era un objetivo secundario. Creemos que debido al viento, el impacto en el mar fue lateral, cayó de lado, y sospechamos que uno de los tanques de combustible se rompió, entró agua y se hundió. Estuvimos ocho horas buscándolo, pero concluimos que se había hundido y decidimos abortar la búsqueda«, explica.

Dos curiosidades: cuando el cohete alcanzó al máxima altitud, soltó fotos del equipo y sus familiares. Además, siguieron la tradición iniciada en 2010 por Elon Musk al lanzar un queso al espacio en la cápsula Dragon de SpaceX -inspirada por una parodia de los humoristas Monty Python-, y también introdujeron un queso en la bahía de carga útil del cohete. «Era de la marca Ahuyentalobos, una alegoría de lo que hemos sufrido estos dos años», dice Torres.

PREGUNTA¿Qué sintió cuando acabó el vuelo de prueba y vio que había sido un éxito?

RESPUESTALa verdad es que no me lo creía, me ha costado mucho creerlo y he tenido que ver el vídeo muchas veces. Piensas constantemente qué puede salir mal y en cierto modo, te preparas para ello e infravaloras que pueda salir bien. Durante el vuelo, cuando veía que todo iba realmente bien, me preguntaba si estaba viendo el vuelo real o simulaciones.

P.El presidente ejecutivo de PLD, Ezequiel Sánchez, señaló que la probabilidad de éxito en un primer lanzamiento es del 45%. En su mente, ¿cuál era la probabilidad de que saliera bien?

R.Muy baja, muy muy pequeña. Por un lado, cuando pensaba en que todos los elementos -el motor, la estructura, la electrónica- estaban muy probados, creía que podía salir bien, pero luego piensas que van a aparecer cosas que no conoces o fenómenos que no esperas. Para mí lo más importante era despegar, salir de la rampa, y alejarnos hacia el mar. Con eso, ya hubiera sido un éxito. El problema es que preparándote para lo peor le das poca importancia a que salga bien. Y cuando sale bien tardas días en asimilarlo.

P.Si hubiera explotado el cohete tras el despegue podría haberse interpretado como un fracaso, o como un éxito, según quién lo valorara, porque era un test de prueba. Lo vimos con la prueba del vehículo espacial Starship de Elon Musk: desde la empresa SpaceX se dijo que era un éxito, pero para mucha gente o medios de comunicación fue un fracaso.

R.Hay una gran diferencia entre Europa y América en la manera de contar el éxito y el fracaso, se piensa de forma distinta. En América se considera que en un lanzamiento así, que es muy difícil, toda la información que obtienes es muy valiosa para mejorar. En Europa, estoy seguro de que si hubiésemos fallado el titular habría sido El Miura 1 fracasa, estábamos preparados psicológicamente. Para nosotros, todo lo que no fuera reventar la plataforma de lanzamiento habría sido un éxito porque es muy difícil de reponer, requiere una inversión enorme y tiene componentes con plazos de entrega muy largos. Despegar y alejarnos de la plataforma hubiera sido también un éxito, pero sabemos que explicarlo a la opinión pública es muy difícil. Cualquier cosa de la que aprendes es un éxito, aunque no salga como esperas. Elon Musk lo vende todo como un éxito de aprendizaje. Nosotros también lo hacemos, e internamente, en el equipo.

P.Cuando fundaron la compañía, ¿ya tenían en mente este objetivo?

R.Sí, yo tenía 23 años cuando fundamos PLD, ahora tengo 36. Hemos aprendido muchísimo por el camino, nos hemos autoformado, pero teníamos claro que éste era el objetivo. Y con independencia de todo lo que hemos pasado y hemos sufrido, y los reveses, problemas y desilusiones, porque ha sido un camino muy difícil, nuestro objetivo estaba ahí. Si hubiésemos estado en EEUU quizá no habría costado tanto, pero lo hemos hecho.
P.¿Hubo momentos en los que pensaron en abandonar?

R.Muchas veces, de hecho. Yo recuerdo varias conversaciones con Raúl [Verdú] en plan: hemos fracasado, no encontramos dinero, o en los que nos parecía que el proyecto no era vendible aquí y teníamos que irnos fuera. Y yo siempre le decía que había que seguir, pero hemos estado a punto de tirar la toalla muchas veces.

P.Hasta ahora han conseguido 65 millones de euros de financiación. ¿Han notado ya que tras la prueba del Miura 1 hay más interés por invertir en vuestra empresa?

R.Sí, ha marcado un hito, un antes y un después, y no sólo el hecho de que hayamos lanzado, sino que haya una compañía capaz de hacerlo. Los inversores lo valoran mucho, a mí me sorprende porque somos las mismas personas ahora que hace unos días, pero ese hito marca una diferencia sustancial.

P.Tienen otro cohete Miura 1 ya listo ¿van a lanzarlo?

R.Con la información que ya tenemos, un segundo vuelo no aportaría mucho más. Ahora, el interés máximo de la compañía es centrarnos en Miura 5, porque queremos lanzar dentro de dos años.

P.El día del lanzamiento comentaban que durante este verano, al no poder lanzar el Miura 1, han avanzado mucho en el Miura 5

R.Sí, realmente hemos hecho un sprint.

P.¿Qué porcentaje diría que han completado del desarrollo del Miura 5?

R.En cuanto a la ingeniería de lanzador, estaríamos entre un 75% y un 80% y en cuanto a la fabricación, estamos empezando a fabricar las primeras piezas del lanzador. Pero en el entorno digital, simulaciones y análisis, estamos muy avanzados.

P.En el escenario más optimista, ¿cuándo será el primer lanzamiento del Miura 5 desde la Guayana Francesa?

R.Durante el primer trimestre de 2026.

P.Y cuando hagan desde la Guayana Francesa el primer lanzamiento de Miura 5 dentro de dos años, ¿va a ser un vuelo de prueba o ya va llevar satélites?

R.Vamos a lanzar en órbita con satélites a bordo, hasta los 500 km de altura. Sabemos ya los clientes y, aunque no podemos revelarlos, serán satélites educacionales y comerciales.

P.¿Se fabricarán todos los cohetes en España?

R.Sí, el objetivo es que toda la fabricación sea en Elche, donde se integrará la primera y la segunda etapa. Después se transportará en barco hasta la Guayana Francesa y allí se hará la integración final con los satélites.

P.El test de prueba de Miura 1 ha costado 30 millones, ¿cuánto costará un vuelo comercial de Miura 5?

R.Estará en torno a los nueve millones de euros por lanzamiento, que es económico. Para que te hagas una idea, Ariane 5 costaba 176 millones y Vega unos 40 millones.

P.Europa sufre una crisis de cohetes, ¿notan esa demanda de lanzadores?

R.Sí, y aunque a nadie le gusta que a Europa no le vaya bien, lo vemos en positivo. Sigue habiendo empresas e instituciones que quieren lanzar y no hay cohetes europeos, así que contactan con empresas privadas incluso para fechas en las cuales se supone que esos lanzadores europeos ya estarán operativos. Tenemos a clientes que tradicionalmente han volado con lanzadores europeos y ahora están contactando con nosotros porque quieren lanzar en 2026 quieren tener una alternativa a Ariane 6 o Vega C.

https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2023/10/23/65329f1de4d4d8a9188b45ef.html

Santiago Piay Roa (4ºB ESO)